La Corte Suprema permite que Trump reanude deportaciones rápidas a países terceros, revocando freno judicial sin notificar a migrantes ni dar audiencia.

La Corte Suprema de EE. UU. levantó hoy la suspensión de un juez federal que impedía al gobierno de Trump deportar migrantes a países que no son su lugar de origen. La decisión permite reanudar deportaciones aceleradas sin que los afectados reciban previo aviso o la oportunidad de apelar.
Según la mayoría conservadora del tribunal, estas expulsiones cumplen con la autoridad ejecutiva, aunque los tres magistrados liberales (Sotomayor, Kagan y Jackson) disintieron, calificando la medida de “abuso de poder” y alertando sobre posibles violaciones al debido proceso y riesgos de tortura o muerte para los migrantes.
El fallo permite que el gobierno continúe con deportaciones hacia terceros países como Sudán del Sur, El Salvador y otras naciones que han firmado acuerdos para recibir inmigrantes expulsados. Esta decisión impacta inicialmente a un grupo de ocho personas detenidas en una base aérea en Yibutí, cuyo traslado estaba detenido por la orden judicial previa.
Justicia dividida y críticas al fallo
- La reanudación sin notificación ni audiencia preparó el terreno para deportaciones exprés a países con alto riesgo humanitario, denuncian jueces y ONG .
- El debate gira en torno a si la eliminación de protecciones socava derechos fundamentales y expone a migrantes a condiciones peligrosas
Contexto y consecuencias
La orden revierte la sentencia del juez Murphy (Massachusetts), que en mayo exigió que los migrantes tuvieran acceso a presentar evidencia de riesgo antes de ser deportados. El fallo de la Suprema representa una victoria para la política de deportaciones masivas impulsada por Trump y refleja una interpretación amplia del poder presidencial en materia migratoria




