Residentes del complejo The Maxwell, en Metairie, aseguran llevar semanas sin agua corriente ni aire acondicionado, mientras pagan rentas de hasta $1,500 al mes y esperan respuesta de la administración.

Vecinos de The Maxwell viven sin servicios básicos desde agosto
Los residentes del complejo de apartamentos The Maxwell, ubicado en Metairie, Luisiana, denunciaron haber pasado más de seis semanas sin aire acondicionado y ahora también sin agua corriente, situación que ha convertido la vida diaria en un reto y ha despertado preocupación por las condiciones de habitabilidad del edificio.
De acuerdo con varios inquilinos, algunas unidades ya carecían de agua antes de que una cuadrilla de trabajo retirara las tuberías principales el pasado viernes. Desde entonces, todo el complejo se quedó sin suministro de agua, impidiendo a las familias realizar tareas básicas como ducharse, cocinar o usar el baño.
“No podemos tirar de la cadena ni bañarnos. No podemos hacer nada”, relató uno de los residentes.
Condiciones insalubres y preocupaciones por seguridad
Ante la falta de agua, algunos vecinos han recurrido a llenar cubetas en grifos de complejos cercanos. Otros expresaron temor por lo que podría ocurrir en caso de una emergencia, como un incendio, ya que el sistema de agua del edificio está completamente inoperativo.
Además del problema del agua, el sistema central de aire acondicionado del complejo —un enorme equipo de climatización que surte aire a todos los apartamentos— dejó de funcionar en agosto. Muchos residentes han tenido que instalar unidades portátiles para enfriar sus viviendas, lo que ha elevado sus facturas de electricidad.
“Tengo que usar un A/C en la sala y otro en el cuarto, y eso ha disparado mi cuenta de luz”, explicó una vecina.
Esta no es la primera vez que los residentes enfrentan fallas graves: durante la tormenta invernal de enero, el sistema también colapsó, obligando a algunos inquilinos a usar hornillas y hornos para calentarse, una práctica peligrosa.
Silencio de la administración y sanción del condado
La oficina de arrendamiento del complejo permanece cerrada desde hace tres meses, según los residentes. En la puerta solo hay un aviso de violación de código emitido por la Parroquia de Jefferson, fechado el 30 de septiembre, que señala la presencia de agua estancada en la piscina del edificio, ahora de color verde.
La administración del complejo, Steward + Helm, con sede en Dallas, no ha respondido a las solicitudes de comentario.
Un correo enviado el 26 de septiembre a los residentes reconocía los problemas y pedía “paciencia y comunicación respetuosa” con el personal, asegurando que trabajaban con proveedores para resolver la situación “lo antes posible”. Sin embargo, los vecinos afirman no haber recibido actualizaciones desde entonces.
Residentes exigen acción y alivio en el pago de rentas
A pesar de las condiciones, los alquileres continúan cobrándose con normalidad, con mensualidades de hasta $1,500. Muchos inquilinos aseguran no poder pagar hoteles ni desplazarse a otros lugares mientras esperan una solución.
“Hay muchas familias con niños pequeños que no pueden bañarse ni dormir con aire acondicionado”, lamentó una residente.
Los afectados piden que las autoridades locales intervengan de inmediato para garantizar servicios básicos y que la administración ofrezca créditos o descuentos en la renta por las condiciones que han tenido que soportar.




