New Orleans, Louisiana.
La ciudad de New Orleans enfrenta una grave crisis financiera que podría afectar directamente el pago a miles de empleados municipales y la continuidad de servicios esenciales.
Funcionarios locales y sindicalistas advierten que la administración municipal atraviesa un déficit presupuestario de más de 160 millones de dólares, lo que ha generado preocupación entre los más de 4,400 trabajadores públicos que dependen del gobierno local.
La presidenta del sindicato AFSCME Local 2439, Amanda Fallis, aseguró que la incertidumbre crece entre los empleados, especialmente ante la posibilidad de furloughs, despidos o recortes justo antes de la temporada navideña.
Servicios afectados y deuda pendiente
La situación ya comienza a impactar los servicios básicos. El contratista IV Waste confirmó que la ciudad mantiene una factura pendiente de 3.2 millones de dólares por la recolección de basura de septiembre.
Además, funcionarios advirtieron que los centros para adultos mayores podrían reducir servicios o cerrar temporalmente si no se cubren los pagos atrasados.
Reunión clave en Baton Rouge
En un intento por frenar la crisis, la alcaldesa electa Helena Moreno, junto a los concejales Joe Giarrusso III y J.P. Morrell, participará este miércoles en una reunión con líderes estatales en Baton Rouge.
El objetivo es negociar un préstamo de emergencia por 125 millones de dólares que permita financiar las operaciones municipales y cubrir la nómina hasta el final del año.
Sin embargo, el gobernador Jeff Landry se ha mostrado renuente a aprobar el préstamo, pidiendo mayor control estatal sobre las finanzas de la ciudad. Moreno respondió que está dispuesta a aceptar supervisión adicional, pero no una intervención total del gobierno estatal.
Un futuro incierto
El Concejo Municipal tiene hasta el 1 de diciembre para aprobar un presupuesto balanceado para 2026, mientras la ciudad busca alternativas para evitar más deudas y mantener los servicios esenciales.
Helena Moreno asumirá el cargo el 12 de enero, en medio de uno de los desafíos financieros más serios que ha enfrentado New Orleans en casi dos décadas.
