Álvaro Uribe fue condenado por la justicia colombiana, convirtiéndose en el primer expresidente en enfrentar una sentencia penal. Deberá pagar una millonaria multa y no podrá ocupar cargos públicos por ocho años.

El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez ha sido condenado por la justicia, en un caso inédito en la historia del país, al convertirse en el primer exmandatario en ser juzgado y sentenciado penalmente. La decisión, que aún puede ser apelada, representa un momento clave para la institucionalidad colombiana, marcada por tensiones entre poder político y sistema judicial.
Uribe, quien gobernó entre 2002 y 2010 y ha sido una figura central de la política colombiana durante más de dos décadas, estaba bajo prisión domiciliaria desde 2020, en el marco de una investigación por fraude procesal y soborno a testigos.
Detalles de la sentencia
El fallo condena a Uribe a una pena de prisión adicional y establece:
- Multa de 2,420 salarios mínimos legales vigentes, equivalente a unos $3 millones de dólares.
- Inhabilitación por ocho años para ejercer cargos públicos o postularse a elecciones.
- La posibilidad de apelar la sentencia, que será definida en instancias superiores.
El proceso judicial ha sido seguido con atención tanto dentro como fuera del país, dada la relevancia del acusado y el impacto político de su figura, especialmente como líder del partido de derecha Centro Democrático.
Un caso que marca un antes y un después
La investigación contra Uribe se remonta a una disputa judicial con el senador Iván Cepeda en 2014, y desembocó en una compleja trama de supuesta manipulación de testigos. En 2020, la Corte Suprema de Justicia ordenó su detención domiciliaria, convirtiéndose en el primer caso de esta naturaleza contra un expresidente en ejercicio de funciones políticas.
Aunque sus seguidores han denunciado persecución política, sectores de la oposición y defensores del estado de derecho consideran el fallo como una señal de independencia judicial.
¿Qué sigue?
Uribe y su equipo legal pueden apelar la decisión ante tribunales superiores. Mientras tanto, el fallo lo excluye del panorama electoral al menos durante los próximos ocho años, un cambio notable en el tablero político colombiano.




