El Gobierno de Donald Trump anunció que Estados Unidos solo aceptará 7,500 refugiados durante el año fiscal 2026, en su mayoría sudafricanos blancos, reduciendo drásticamente el número respecto al límite anterior de 125,000.

WASHINGTON, D.C. — La Administración de Donald Trump anunció una reducción histórica en el número de refugiados que podrán ingresar a Estados Unidos durante el año fiscal 2026, fijando el límite en 7,500 personas, según un aviso publicado este jueves en el Registro Federal.
El documento indica que la mayoría de los admitidos serán personas blancas provenientes de Sudáfrica, lo que marca un cambio radical en la política de admisiones, tradicionalmente enfocada en proteger a quienes huyen de guerras, persecución o crisis humanitarias.
Una reducción sin precedentes en el programa de refugiados
El nuevo límite representa una caída significativa frente a las 125,000 admisiones aprobadas el año anterior por la Administración Biden, que había restablecido los niveles de admisión previos a las restricciones implementadas en el primer mandato de Trump.
El aviso oficial no explica las razones de esta reducción, limitándose a señalar que el número “está justificado por motivos humanitarios o de interés nacional”.
Sin embargo, según fuentes citadas por The Associated Press, la medida responde a una nueva priorización del programa de refugiados para admitir a “afrikaners” —grupos de agricultores blancos en Sudáfrica—, bajo el argumento de que sufren discriminación y violencia en su país de origen.
El Gobierno sudafricano ha rechazado estas afirmaciones y sostiene que no existe persecución sistemática contra la población blanca.
Impacto en las agencias de reasentamiento
La drástica reducción en el número de refugiados ha afectado directamente a organizaciones humanitarias en Estados Unidos, que dependen de fondos federales para asistir en el proceso de reasentamiento.
Varias agencias han tenido que reducir su personal o cerrar oficinas, ante el descenso constante en la llegada de refugiados desde 2021.
Durante los primeros meses del mandato de Trump, el programa ya había sido suspendido temporalmente, lo que afectó a miles de solicitantes que se encontraban en tránsito hacia Estados Unidos.
Críticas y controversia política
La medida ha generado críticas de organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos, que la consideran una ruptura con la tradición humanitaria de Estados Unidos y una posible discriminación racial en la política migratoria.
Por su parte, funcionarios de la Casa Blanca han insistido en que la decisión busca “proteger los intereses nacionales” y atender a grupos “que enfrentan persecución específica”.
El programa especial para los refugiados sudafricanos fue anunciado en febrero y ha sido respaldado por funcionarios republicanos que argumentan que los agricultores blancos en Sudáfrica “viven bajo amenaza constante”.
Contexto y antecedentes
Estados Unidos ha sido históricamente uno de los principales receptores de refugiados en el mundo, con un promedio de 70,000 a 100,000 admisiones anuales en las últimas décadas.
La cifra anunciada por el Gobierno de Trump —7,500— representa el nivel más bajo desde la creación del programa en 1980.
Expertos advierten que esta política podría debilitar la posición de EE. UU. como referente global en materia de derechos humanos y reducir su influencia diplomática en la gestión de crisis humanitarias internacionales.




