Con fe, trabajo y el sabor de su tierra, una familia hondureña transforma su historia en un restaurante que une y conquista corazones en Luisiana.

En la ciudad de Kenner, Luisiana, una familia hondureña ha logrado convertir la nostalgia por su tierra natal en un proyecto de vida. Su restaurante, Blue Bird, no solo ofrece comida típica de Honduras, también es reflejo de lucha, unión familiar y fe.
Desde niñas, las fundadoras emigraron a Estados Unidos y, ahora decidieron abrir este negocio como una forma de compartir sus raíces a través del sabor. Hoy, Blue Bird se ha ganado el cariño de la comunidad local, en especial de la hispana.
En el menú destacan platos emblemáticos como el pollo con tajadas, las tradicionales baleadas y una variedad de bebidas naturales, preparados con el sazón catracho que tanto extrañan quienes están lejos de casa. Pero lo que hace único a este lugar no es solo la comida, sino el ambiente familiar que han logrado construir.

“Queremos que cada persona que entre aquí se sienta en casa”, aseguran las emprendedoras, quienes además forman parte de una organización de mujeres cristianas, donde refuerzan valores de servicio, comunidad y espiritualidad.
El restaurante también ha sido una forma de trabajar unidas como familia, lo que ellas consideran su mayor fortaleza. Aunque reconocen que emprender en Estados Unidos no ha sido fácil, resaltan que el apoyo de la comunidad hispana ha sido clave para seguir creciendo.
Además de servir comida, Blue Bird también se conecta con su audiencia a través de redes sociales, donde comparten sus promociones, actividades especiales y momentos detrás de cámaras. Se encuentran ubicadas en 3000 Loyola Dr, Kenner LA, y puedes seguirlas en Instagram y Facebook como @BlueBirdHonduras.
Con sabor, trabajo y fe, esta familia hondureña demuestra que los sueños sí se pueden cumplir. Blue Bird no es solo un restaurante, es un pedacito de Honduras en el corazón de Luisiana.




