El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha reanudado el uso de un polémico dispositivo de sujeción llamado WRAP para inmovilizar a inmigrantes deportados, pese a denuncias de muertes y abusos asociados a su aplicación.
WASHINGTON (AP) — El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está utilizando nuevamente un sistema de correas conocido como WRAP para restringir a inmigrantes durante los vuelos de deportación, según una investigación de The Associated Press. Este dispositivo, similar a una camisa de fuerza, ha sido vinculado a varias muertes por asfixia y abuso en cárceles y centros de detención de Estados Unidos.
Qué es el sistema WRAP
El WRAP, fabricado por la empresa Safe Restraints Inc., es un conjunto de correas negras y amarillas que inmovilizan completamente el cuerpo de la persona. Aunque se promociona como una herramienta para prevenir autolesiones o agresiones, exdetenidos y activistas lo califican como un método de tortura.
Testimonios recabados por AP describen que algunos inmigrantes fueron mantenidos atados durante horas en vuelos internacionales, sin posibilidad de moverse, beber agua o ir al baño. En algunos casos, incluso ya estaban esposados o con grilletes cuando se les aplicó el dispositivo.
Uno de los casos más recientes es el de Juan Antonio Pineda, originario de El Salvador, quien asegura que fue amarrado dentro de una “bolsa” durante su deportación a México en septiembre. Otros deportados han descrito experiencias similares en vuelos hacia África y América Latina.
Denuncias y antecedentes de muertes
De acuerdo con el informe, al menos 43 muertes en cárceles y centros de detención de EE.UU. han ocurrido tras el uso del WRAP o sistemas similares. En 12 de esos casos, las autopsias concluyeron que las “sujeciones” contribuyeron directamente al fallecimiento.
Entre ellos se encuentra el de Othel Moore Jr., quien murió asfixiado en 2023 en una prisión de Missouri mientras estaba inmovilizado con el dispositivo. En Virginia, el caso de Rolin Hill también fue declarado homicidio luego de que la autopsia confirmara “asfixia mecánica” causada por la compresión del cuello y torso.
La división de derechos civiles del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) había advertido en 2023 sobre los riesgos del WRAP, señalando que su uso debía ser “excepcional y estrictamente regulado”. Sin embargo, bajo la actual administración de Donald Trump, el dispositivo ha vuelto a utilizarse con más frecuencia.
ICE y la empresa fabricante se defienden
El DHS ha pagado más de 268,000 dólares a Safe Restraints Inc. desde 2015, y el 90% de ese gasto se ha hecho durante las presidencias de Trump, según datos públicos.
En declaraciones a AP, Charles Hammond, director ejecutivo de la empresa, aseguró que el WRAP fue diseñado para “preservar la seguridad” de los agentes y los detenidos. Reconoció, sin embargo, que si se usa con personas que no representan peligro o que ya están esposadas, “no sería apropiado”.
ICE no respondió a las solicitudes de información sobre los criterios para aplicar el dispositivo, pero una portavoz del DHS afirmó que las medidas de contención se usan “solo cuando existe un riesgo para la seguridad de los agentes o del detenido”.
Críticas por violaciones a derechos humanos
Abogados de inmigración y defensores de derechos civiles califican el uso del WRAP como “inhumano” y “contrario a los valores fundamentales del país”. Alegan que ICE no lleva un registro oficial sobre cuándo y con quién usa el dispositivo, a pesar de que la ley exige documentar todo uso de fuerza.
La profesora Fatma Marouf, de la Universidad Texas A&M, advirtió que estas prácticas pueden causar daños psicológicos severos además de físicos. “El WRAP debería ser el último recurso, pero ICE lo está usando como un castigo”, señaló en una de las demandas presentadas contra la agencia.
Un patrón de endurecimiento migratorio
El uso del WRAP se suma a una serie de medidas más estrictas aplicadas por ICE desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, que incluyen redadas con agentes encubiertos y el traslado de detenidos en vehículos sin identificación oficial.
Organizaciones como la ACLU y Human Rights Watch denuncian que estas acciones reflejan una deshumanización sistemática de los migrantes, mientras las muertes bajo custodia de ICE alcanzan su nivel más alto en dos décadas.
