El Gobierno de Colombia llamó a consultas a su embajador en EE.UU. luego de que Donald Trump llamara al presidente Gustavo Petro “capo de la droga”, suspendiera las ayudas económicas y amenazara con imponer nuevos aranceles.

El Gobierno de Colombia llamó este lunes a consultas a su embajador en Washington, Daniel García-Peña Jaramillo, tras las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien calificó al mandatario Gustavo Petro de “capo de la droga” y anunció la suspensión de ayudas y la imposición de aranceles a productos colombianos.
El mensaje de Trump fue publicado en su red social Truth Social, donde también acusó al Gobierno colombiano de “impulsar la producción” de drogas en “grandes y pequeños campos de cultivo por toda Colombia”.
“Desde hoy no se harán más pagos y subsidios a Colombia”, escribió Trump, quien aseguró que próximamente anunciará “nuevas tarifas” contra el país sudamericano.
El Gobierno colombiano denuncia una “amenaza a la soberanía”
La canciller Rosa Yolanda Villavicencio Mapy confirmó que el embajador colombiano ya se encuentra en Bogotá para consultas y que el presidente Petro “informará en las próximas horas las decisiones adoptadas frente a esta crisis diplomática”.
La Cancillería de Colombia calificó las palabras de Trump como una “amenaza directa a la soberanía nacional”, recordando que el país alcanzó un récord histórico en incautaciones de cocaína en 2024, con 884 toneladas decomisadas.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, subrayó que Colombia “ha perdido hombres y mujeres en la lucha contra el narcotráfico” y que el país “no acepta acusaciones infundadas ni intervenciones ilegales en su territorio”.
Crisis bilateral y tensiones militares en el Caribe
Las declaraciones del presidente estadounidense agravan una serie de tensiones entre ambos gobiernos, marcadas por los ataques de fuerzas estadounidenses a presuntas embarcaciones de narcotráfico en el Caribe.
El pasado domingo, el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, anunció un nuevo ataque a una lancha supuestamente vinculada al Ejército de Liberación Nacional (ELN). No obstante, el presidente Petro denunció que una de las víctimas de un bombardeo anterior era un pescador colombiano sin nexos con el narcotráfico.
“Estados Unidos ha invadido nuestro territorio nacional, ha disparado un misil para matar a un humilde pescador y ha destruido a su familia”, escribió Petro en redes sociales.
El mandatario colombiano pidió a la Fiscalía General iniciar acciones legales internacionales, calificando los bombardeos como “asesinatos extrajudiciales”.
EE.UU. justifica sus operaciones en la región
Mientras tanto, la Casa Blanca asegura que los ataques forman parte de un “conflicto armado contra los cárteles de la droga” y ha desplegado buques de guerra, aviones y drones en el Caribe.
Pese a las tensiones, Colombia continúa siendo el principal aliado de Washington en la región y uno de los mayores receptores de ayuda estadounidense en América Latina. En el último año fiscal, el país recibió 230 millones de dólares, una cifra muy inferior a los más de 700 millones asignados en años anteriores.
Un deterioro acelerado en las relaciones bilaterales
Las relaciones entre Petro y Trump ya habían sido tensas durante el año, especialmente después de que Colombia rechazara vuelos militares de deportación de migrantes. En respuesta, Trump amenazó con imponer aranceles y revocar la visa diplomática de Petro.
Los recientes ataques verbales y medidas económicas marcan el punto más bajo en las relaciones entre ambos países en décadas, y analistas advierten que podrían tener consecuencias en cooperación militar, comercio y política antidrogas.




